En las pequeñas y grandes ciudades la contaminación es un elemento que perjudica la vida de los ciudadanos afectando su salud y su calidad de vida. La contaminación acústica es un tipo de contaminación ambiental presente en muchos países y existen muchas maneras de percibirla.
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La contaminación acústica o sonora es el exceso de sonido que afecta negativamente las condiciones de un ambiente. El ruido entendido como un sonido que molesta es contaminación acústica y puede generar efectos negativos irreversibles en la salud auditiva, física y mental de las personas y en los ecosistemas donde está presente. Este tipo de contaminación es el segundo estresante del ambiente urbano y su principal causa es producida por el tráfico.
La contaminación acústica más común es el ruido que se genera a nuestro alrededor, especialmente en calles y avenidas. Muchas veces pasa desapercibida pero igual genera efectos negativos en la salud de los seres que están expuestos a ella, sean seres humanos, fauna o flora de un ecosistema.
Los ruidos en las fábricas, el tráfico, las alarmas son parte de la contaminación acústica que vivimos en el día a día y es el segundo estresante medioambiental que afecta negativamente en la salud humana.
En algunos países desarrollados existen políticas, leyes y eventos para tratar de controlar los efectos de la contaminación acústica. Un ejemplo de esto son las leyes de ruido que existen en algunos países o el día sin ruido, evento anual que se realiza en algunas naciones.
Entre las causas que producen contaminación acústica podemos mencionar el ruido producido por el transporte urbano, los ferrocarriles, las alamas, los trabajos de construcción, las sirenas de las ambulancias, las herramientas, los perros ladrando u otros animales domésticos, los altavoces, entre otros.
Se ha determinado que el tráfico es la principal causa de contaminación acústica a nivel mundial.
Dentro de los efectos que produce la contaminación acústica podemos mencionar los siguientes:
Muchos de estos efectos negativos pueden causar daños irreversibles en un ecosistema o en sus habitantes.
La contaminación acústica se puede prevenir o disminuir reduciendo los ruidos innecesarios como los producidos por los automóviles, las motocicletas, en el exterior y en nuestros hogares evitando los sonidos de los aparatos eléctricos que no estemos utilizando.
También es importante viajar a sitios que no sean ruidosos, mejorar el aislamiento de sonido en tu hogar, plantar un árbol (ya que estos ayudan a absorber el sonido) y mantenerte informado de las legislaciones que estén enfocadas en regular la contaminación de este tipo en tu país.
Otras formas de prevenir la contaminación acústica son: evitar realizar eventos ruidosos en la noche que interfieran con el descanso de los vecinos, evitar ver la televisión o escuchar la radio a todo volumen y el uso de fuegos artificiales.
Las fuentes de contaminación acústicas se pueden ubicar principalmente en las ciudades urbanizadas, entre ellas las más frecuentes son:
A diferencia de otros tipos de contaminación, genera efectos negativos a mediano y a largo plazo.
Existen muchos tipos de contaminación auditiva según sus diferentes grados o niveles de sonido. Estos pueden ser:
Entre los ejemplos de contaminación acústica podemos mencionar podemos los siguientes:
Otros ejemplos reales que podemos dar de contaminación acústica se pueden ubicar en las capitales más ruidosas del mundo. Estas son: Sofía, Bucarest, Tallin, Dublín, Oslo y Praga.
Sancler, Valentina. (2018). Contaminación acústica. Recuperado el 23 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/contaminacion-acustica/