El arte tiene muchas ramas y técnicas, entre ellas podemos encontrar la policromía. Esta técnica artística no es nueva, de hecho tiene miles de años de antigüedad. Básicamente, es el arte de pintar o de decorar utilizando diferentes tipos de colores las estatuas de madera, piedra, barro, esculturas u ornamentos decorativos.
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La policromía es una técnica que se utiliza con el objetivo de darle color a las imágenes o a una determinada superficie que se quiera decorar por medio de la combinación de colores en una superficie.
Entre sus principales características se mencionan las siguientes:
El origen de la policromía tiene sus raíces en la Edad Antigua, cuando los asirios y los caldeos realizaban pinturas que daban brillo a sus estatuas y a las paredes de los edificios que construían. Los egipcios también utilizaron la técnica para darle más significado a sus templos y palacios.
Los descubrimientos arqueológicos han demostrado con el paso del tiempo que la policromía se utilizada desde el siglo XIX. Los helenos acostumbraban a utilizar un tipo de estuco rojo para ponerlo en el suelo de los templos, un tono carmín para los capiteles y las cornisas las pintaban utilizando tonos azules, pardos, amarillos y verdes. El Imperio Romano utilizó el mármol con diferentes matices y los bizantinos, que habían heredado el arte helénico, siguieron con su tradición del uso de colores.
Durante la época romántica y en el estilo gótico, la policromía fue ampliamente utilizada, el uso de colores más vivos tomó mayor importancia principalmente en las capillas y estatuas donde se utilizaban fondos de color rojo y azul. Ya para la época del Renacimiento, los mármoles de colores y los frescos empezaron a sobresalir, siempre utilizando una gran variedad de colores.
En el siglo XX se dieron varios periodos importantes para la técnica principalmente en el campo de la arquitectura. El Art Nouveau de Europa se encargo de empezar a dar a conocer la técnica a nivel internacional haciendo que se desarrollara cada día más. Las fachadas de ladrillo, piedra, estuco y metal se empezaron a diseñar con más colores y patrones. Es auge de la industria y la pintura moderna ayudó a alimentar el uso de varios colores.
La policromía es una técnica bastante antigua que necesita de conocimiento técnico para poder realizarla. Antes de iniciar con el diseño, la madera debe de ser preparada con un tipo de yeso especial para de esta manera poder reparar todas aquellas posibles imperfecciones que estén en la superficie. Posteriormente se debe de aplicar una capa de tierra roja que se conoce con el nombre de “bol arménico”, el cual cubre la pieza creando al mismo tiempo una capa flexible que hará posible pulir el oro cuando el proceso haya finalizado.
Cuando se ha completado este paso, se aplica con mucho cuidado y de una en una, las hojas de oro utilizando una polonesa, el cual es un cepillo de pequeño tamaño elaborado con cerdas de pelo natural que permite la colocación de las láminas sin ocasionarles ningún tipo de daño. Cuando se ha finalizado de dorar la obra, entonces se debe pulir para poder darle más brillo, si se quiere un acabado más mate entonces este paso deberá de ser omitido.
La pintura al temple se coloca después y, cuando la capa de pintura ha logrado endurecerse entonces el encargado de la obra, el policromador, esgrafía utilizando una punta de madera todos los diseños que se han colocado.
La policromía puede ser realizada con varios tipos de materiales como por ejemplo la madera, resina y el mármol. La elección de estos materiales va a depender de las condiciones del ambiente a las cuales será sometida. Los colores que se utilizan pueden ser al temple, en aceite o en cera que posteriormente de ser aplicados, se deberán de proteger con barniz.
La principal diferencia que existe entre estas dos técnicas es que la monocromía es una pintura o un grabado en la cual se utiliza únicamente un color, pero que además, puede combinar tonalidades del mismo. La policromía por su parte, es una técnica de pintura que utiliza dos o más colores incluyendo sus diferentes degradaciones y grados de saturación.
La policromía es una técnica importante porque gracias a ella se puede dar color a las obras de arte, permite entonces darle personalidad a la obra logrando reflejar movimientos y vida. Cada pincelada y cada color, se encarga de reflejar vida, con el objetivo de poder manifestar las pasiones y los sentimientos. Gracias a esta técnica también se puede realizar básicamente cualquier tipo de acabo imitando otros materiales.
Algunos ejemplos de obras polícromas son las siguientes:
Briceño V., Gabriela. (2020). Policromía. Recuperado el 23 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/policromia/