Las guerras carlistas es el nombre que se utiliza para referirse a las tres guerras civiles que se dieron en España durante el siglo XIX y que produjeron una serie de grandes enfrentamientos entre los partidarios de los derechos al trono de la hija del rey Fernando VII y de la línea dinástica que encabezaba Carlos María Isidro de Borbón.
Las guerras carlistas fueron una serie de luchas dinásticas que supusieron el enfrentamiento de dos ideologías diferentes y de los procedimientos políticos opuestos de la época, el tradicionalismo absolutista y el liberalismo.
Las guerras carlistas fueron una serie de contiendas civiles que sucedieron en España en el siglo XIX. La razón principal fue la pelea por el trono pero al mismo tiempo incluyeron una serie de problemas por el choque de ideologías políticas que habían en la época.
El rey Fernando VII, al no tener descendencia masculina directa, promulgó la Pragmática Sanción, eliminando el Reglamento de sucesión para eliminar la «Ley Sálica», que impedía que las mujeres accedieran al trono. Luego de un tiempo su cuarta esposa dio a luz a una niña, Isabel, quien fue proclamada princesa de Asturias. Cuando Fernando VII cayó gravemente enfermo, los seguidores de su hermano lograron que el rey firmara la derogación de la Pragmática, lo que supondría que éste heredaría el trono.
Isabel tenía en ese momento tres años de edad, su madre, María Cristina de Borbón, asumió la regencia, acordando con los liberales preservar el trono de su hija frente al alzamiento de los partidarios de Carlos María Isidro de Borbón. Estos se denominaron carlistas, y eran partidarios absolutismo y defensores de las tradiciones. Entre ellos existían pequeños propietarios empobrecidos y artesanos arruinados, que recelaban de las reformas, y miembros de la pequeña nobleza y parte del clero.
Los liberales fueron aliados de Isabel, hija y legítima heredera de Fernando VII, y se llamaron isabelinos o cristinos y seguidos por la población urbana, la burguesía y amplios sectores de la nobleza. Los enfrentamientos entre carlistas y liberales se desarrollaron por medio de las tres guerras carlistas.
El día que murió Fernando VII su hermano, Carlos María Isidro se proclamó rey de España, produciendo un motín en el País Vasco, Navarra y Cataluña. El nuevo gobierno liberal quería acabar con los fueros y Cataluña quería recuperar los fueros que les habían sido sustraídos con los Decretos de Nueva Planta introducidos bajo el reinado de Felipe V tras la Guerra de Sucesión española. Se contó con la ayuda de Rusia, Austria y Prusia, mientras que Isabel II contó con la ayuda de Inglaterra, Francia y Portugal. El Convenio de Vergara puso fin a la primera guerra carlista en España, que dejaba como monarca de España a Isabel II.
Sucedió en una región de Cataluña y se produjo luego de la negación de Isabel II para contraer matrimonio con Carlos Luis de Borbón quien era un líder carlista. En este segundo enfrentamiento sucedieron una serie de levantamientos en los que los carlistas se levantarían en armas contra los gobiernos, pero ninguno de ellos logró llegar a buen término pues no estaban preparados para combatir y sus ideas no eran convincentes.
La llegada al trono de Amadeo I de Saboya creó un fuerte recelo haciendo que la idea carlista de volver a la dinastía borbónica ganara fuerza. Se dio un nuevo un levantamiento en el País Vasco, Navarra y Cataluña que se extendió por Aragón. Luego de la llegada de Alfonso XII al poder, pues el hijo de Isabel II fue muy bien acogido por los españoles, quienes fueron dejando de lado a los carlistas.
Las principales características fueron:
Las causas de la primera guerra se relacionaron con el conflicto sucesorio, los seguidores de Carlos Isidro que defendían el absolutismo y tradicionalismo y partidarios de Isabel, que defendían a los liberales. En la segunda guerra, la causa fue el fracaso de la boda entre Isabel II y el pretendiente carlista, la crisis económica y la oposición al sistema de quintas. La tercera guerra tuvo su causa en la revitalización del carlismo y la ocupación del trono español por Amadeo de Saboya.
Sus principales consecuencias fueron:
Algunos de los personajes más representativos fueron:
Su importancia radica en la inclinación de la monarquía española hacia el liberalismo, el agrupamiento del los absolutistas a la causa que convirtió a los liberales en el apoyo al trono de Isabel II. Se reforzó también el protagonismo militar en la política española y se defendió el sistema liberal.
Briceño V., Gabriela. (2019). Guerras carlistas. Recuperado el 24 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/guerras-carlistas/