En Troya y Roma existieron muchos héroes considerados míticos, uno de ellos fue Eneas, un miembro de la línea real troyana. Tuvo un papel de mucha importancia en cuanto a la defensa da la ciudad que habitaba en contra de los griegos en una de las guerras más famosas de la historia, la Guerra de Troya. Es considerado como el fundador del estado que algún tiempo después se convertiría en Roma, luego de vagar mucho tiempo en el Mediterráneo.
Eneas fue una de las más relevantes figuras en las leyendas antiguas, un importante aliado del rey de Troya que ayudó a defender la ciudad contra los ciudadanos griegos y que luego escapó para convertirse en rey del pueblo de Roma.
Entre sus principales características cabe mencionar las siguientes:
Eneas era hijo de una unión entre mortales y dioses. En la Guerra de Troya, tuvo un papel de mucha importancia y pudo haber sido asesinado por Diomedes si su madre y Apolo no hubieran intervenido a tiempo. Cuando el pueblo se vio vencido durante la batalla. Eneas pudo escapar de la ciudad llevando a su padre ya anciano sobre sus hombros y a su hijo de la mano. Indicó luego, junto con los que habían logrado escapar con él, la construcción de varias embarcaciones para poder así huir hacia el oeste, fue de esta manera como lograron llegar a lugares desconocidos.
En uno se sus sueños, se le indicó que navegara hacia Hesperia, sin embargo, no lo consiguió pues una tormenta cambió sus planes llevándolo a Estrofades en donde tuvieron que enfrentarse a las harpías, monstruos con cara de brujas. Volvieron a marchar y tiempo después logró llegar a Epiro en donde se le fue ordenado navegar hasta Sicilia, fue en ese momento en el que se le profetizó que sería el fundador de una nación inmensa.
Eneas es descrito como un hombre con gran fuerza, hermoso, con el cabello rojizo, musculoso y alto. Además, entre sus características se menciona que era un hombre lleno de amabilidad, elocuente para hablar y muy prudente.
Su padre se llamó Anquises, quien era además de un mortal, un miembro de la familia real troyana. Su madre era una diosa, Afrodita, quien observó a Anquises cierto día en el Monte Ida y se enamoró de él debido a su hermosura y juventud. Afrodita supo cómo seducirlo y logró tener un hijo con él, Eneas.
La primera esposa de Eneas se llamó Creusa, quien en el momento de la huida cuando perdían la batalla de Troya, sale junto a Eneas, su padre y su hijo. Sin embargo, ella no logra llevar el paso de todos los que huían y se queda rezagada en el camino. Creusa desaparece por completo y Eneas regresa en su búsqueda, sin embargo, encuentra la sombra de su esposa quien le dice que su destino era el de permanecer en Troya.
La segunda esposa de Eneas se llamó Lavinia quien era hija de Latino y Amata. Se casaron cuando Eneas llegó a la Península Itálica estableciendo alianzas con el rey. Antes, tuvo que luchar con Turno quien también pretendía a Lavinia, ganando la batalla Eneas ayudado por su madre, Afrodita.
El nombre de su hijo primogénito fue Ascanio.
Eneas huyó de la ciudad antes de que ésta fuese quemada por completo por los aqueos. En su primer viaje llevó a su hijo y a su padre, y a un grupo de personas que pudieron escapar con él. Durante este viaje navegó errante por mucho tiempo debido a su gran enemistad con Hera, hasta que finalmente logró llegar a las costas africanas, en la parte norte. En este lugar se mantuvo mucho tiempo para posteriormente dirigirse a lo que hoy se conoce con el nombre de Italia en donde fundaría su imperio.
Dido era la reina de Cartago y había enviudado de su esposo quedando sumida en la tristeza y prometiendo que nunca más volvería a amar a un hombre. Cierto día, Eneas llegó a sus costas y la reina decidió recibirlos en su palacio. Mientras Enea le contaba a la reina toda su tristeza debido a la caída en batalla, el dios Eros, disfrazado del hijo de Eneas la hirió con sus flechas porque la diosa Juno había un hecho un pacto con Venus para poder retenerlo en sus tierras.
Cierto día, Dido invitó a Eneas a una cacería y se perdieron en el bosque, justo en ese momento la diosa creó una tormenta y juntos se escondieron en una cueva, cuando la tormenta terminó, ya ellos eran una pareja matrimonial. Este hecho llegó a oídos de Júpiter, el rey del Olimpo, quien se enfadó y ordenó a Eneas dejar el lugar para dirigirse a Italia.
Eneas, preparó la huida a escondida abandonando a la reina Dido, quien sumida en el dolor quemó todas las ropas de Eneas para luego empuñar una de sus espadas y finalizar su sufrimiento acabando con su propia vida.
Las arpías eran uno seres mitológicos que tenían la apariencia de una mujer hermosa con alas, aunque también fueron vistas como mujeres que tenían cuerpo de ave de rapiña, garras afiladas y orejas de oso. Cuando iba camino a Italia, Eneas se encontró con ellas cuando llegó a las Estrófades y ellas le robaron una gran parte del botín que llevaba la tribulación y una de ellas lanzó una maldición de la cual tuvieron que huir para evitar morir de hambre.
La importancia de Eneas, además de su gran participación durante la batalla de Troya, fue que, por medio de su huida, logró tiempo después establecer y fundar la ciudad de Roma.
En la cultura popular, la historia de Eneas aún continúa activa. Se han escrito una gran cantidad de libros, piezas musicales de ópera, obras de teatro, pinturas y además, forma parte básica y fundamental de la historia de Italia, la cual, aún muchos leen y veneran.
Briceño V., Gabriela. (2020). Eneas. Recuperado el 23 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/eneas/