Kukulkán

Una de las características más representativas de la cultura maya fueron sus dioses, los cuales tenían funciones y características diferentes. En este mundo mítico, existía una gran serpiente que tenía todo su cuerpo cubierto por múltiples plumas de colores. Era un dios que daba fuerza y poder y se conocía con el nombre de Kukulkán, la serpiente emplumada.

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¿Quién fue Kukulkán?

Kukulkán era un dios del pueblo maya yucateco que se caracterizaba por recorrer los cielos con su gran forma que semejaba una serpiente llena de plumas. Un dios que representaba tanto la muerte como la resurrección. Fue un dios sumamente venerado y además, tenía muchos poderes sobre la tierra.

Es importante mencionar que Kukulcán era un dios serpiente considerado todopoderoso y adorado principalmente por la cultura maya. A pesar de que existe muy poca información sobre diferentes leyendas con respecto a esta deidad, debido principalmente porque los conquistadores españoles y los sacerdotes católicos se encargaron de eliminar todo tipo de evidencia, la representación gráfica continúa viviente en las culturas mayas y han pasado a formar parte de un legado de esta civilización.

Características de Kukulkán

Algunas de sus características más representativas se mencionan a continuación:

• En el idioma maya, su nombre, Kukulkán puede ser traducido de la siguiente manera: k’uk’ulkan, “pluma y serpiente”.​
• Aparentemente, este dios era tan antiguo como la misma existencia del ser humano en la tierra.
• Estaba conectada con los elementos más importantes del universo, co la tierra, el aire, el fuego y el agua.
• Era considerado como el dios supremo hacedor de todo el Universo y como el antecesor de Quetzalcóatl.
• Era un dios que acostumbraba a caminar sobre el agua.
• De acuerdo con el Popol Vuh, fue uno de los dioses que participó de la creación del
• Era un dios dual pues por un lado tenía forma de serpiente y además también tenía plumas que le permitía recorrer los cielos.
• Según la historia, fue el encargado de traer paz y de fundar la ciudad de Chichen Itzá.

Historia

Kukulcán en su historia, tuvo diferentes nombres dependiendo de la época y de los pueblos en donde fue adorado. Su historia inicia en el mundo olmeca o en la cultura tolteca, en donde fue conocido con el nombre de Quetzalcóatl y posteriormente, fue saltando de civilización en civilización precolombina, teotihuacana, tolteca, maya y también azteca. Por esta razón es que esta deidad se considera como un símbolo omnipresente prácticamente en todas las culturas que existieron en Mesoamérica. Es importante mencionar que, en Mesoamérica, la serpiente, por sus hábitos de vida, se convirtió en un símbolo de vida por debajo y por encima de la tierra, por lo que se consideraba un punto de conexión entre los dioses y la humanidad.

La figura de esta deidad aparece por primera vez aunque en pocas ocasiones en algunas tallas que pertenecieron a la civilización olmeca, una cultura que logró prosperar en Mesoamérica preclásica alrededor del año 1200 a.C. y 400 a. C. A partir de este momento, no se logra encontrar mucha información con respecto a Kukulcán solamente que existían dos templos de gran importancia que le brindaban honor.

De qué era dios

Kukulkán era considerado como el dios de los vientos, del día y del agua, como el creador supremo de todo lo que existía en el universo. Era reconocido además por los pueblos precolombinos como el dios de la resurrección y como el señor de los cuatro elementos del universo. Fue conocido como un dios trueno y como el dios de los cultivos

Qué función cumplía Kukulkán

Además de haber sido el creador supremo de todo lo que existía en el universo, cumplían la función de intervenir en todos los aspectos relacionados con los vientos y las aguas. Una de sus principales funciones era intervenir en el proceso de resurrección y además, gobernar todo lo que estaba relacionado con los cuatro elementos. Era además el encargado de cuidar y gobernar a Chichén Itzá.

Poder

Kukulkán tenía una serie de poderes tanto en los cielos como en el mundo terrenal. En sus manos se encontraba el poder de la muerte y de la resurrección y de la misma forma tenía poder sobre todo lo que se encontraba en la naturaleza.

Cómo se le representa

La figura de Kukulkán es representada con un cuerpo de serpiente, con plumas de quetzal y con dientes de jaguar. Es representado físicamente como una deidad con la nariz truncada, muy similar a un tapir, el cual es un animal mamífero.

Templos

En relación a los templos que fueron dedicados para durar esta deidad, existen varias ciudades en donde se establecieron con el paso del tiempo. El más importante y reconocido de ellos es el Chichen Itzá, considerado además como una de las 7 maravillas del mundo moderno. Cuando será el equinoccio de primavera y otoño, en el momento del atardecer, en una de las escalinatas de la pirámide de Kukulcán, se puede observar una sombra que conforma el cuerpo de una serpiente.

Conforme el tiempo va pasando, puede ser posible observar cómo la serpiente desciende desde la parte más alta de la pirámide y cómo termina en la cabeza del animal la cual se encuentra localizada en la base del templo. Este fenómeno es posible observarlo durante los meses de marzo y septiembre y por esa razón son miles de personas las que acuden al lugar para lograr observar el fenómeno. En la ciudad de Mayapán, también se puede localizar un templo que fue dedicado a la serpiente emplumada en donde se puede presenciar este mismo fenómeno pero no tan espectacularmente como el anterior.

Símbolos

Los principales símbolos que pueden ser observados en Kukulkán son los siguientes:

• Espiga de maíz que representa la tierra.
• Un pez que simboliza el agua.
• Un buitre que hace alusión al aire.
• El lagarto que simboliza el fuego.
• La serpiente emplumada que simboliza la sabiduría, la vida, el conocimiento y la fertilidad.

Importancia de Kukulkán

En cuanto a la importancia de esta deidad, es importante recordar que para los mayas, lo principal era mantener una buena conexión con la naturaleza y Kukulkán, era un dios que representaba, en su máxima expresión, esta conexión con la madre tierra. Fue un símbolo sagrado para esta cultura y era el símbolo además de la abundancia en las cosechas, aspecto fundamental para mantener la vida de los pueblos.