A pesar de que el libro sagrado de los cristianos, la Biblia, únicamente hace una descripción muy breve sobre cómo era José de Arimatea, sí se sabe que desempeñó un papel de suma importancia dentro de la iglesia pues era un discípulo secreto de Jesús además de un miembro que formaba parte del Gran Consejo del Sanedrín, lo que lo hacía tener cierto grado de autoridad.
Información personal
José de Arimatea fue hombre bueno y recto que se encargó de reclamar el cuerpo de Jesús luego de que fuera crucificado para poder así darle santa sepultura y evitar que su cuerpo fuera tirado a una fosa común.
Era un hombre oriundo de la ciudad de Arimatea, un pequeño pueblo localizado en Judá. José de Arimatea era en realidad el tío abuelo de Jesús pues era el hermano menor de Joaquín, quien era a su vez el padre de la Virgen María. Por un tiempo, luego de la muerte de San José, fue quien estuvo a cargo de la educación de Jesús. Era también parte de los miembros del Sanedrín lo que lo hacía tener cierto poder entre los judíos y el Imperio Romano.
Era uno de los discípulos de Jesús, sin embargo, esto siempre se mantuvo oculto para evitar problemas con las autoridades judías. Estuvo siempre en contra de la sentencia que se la había dado a Jesús y tuvo un papel de suma importancia luego de la crucifixión pues en ningún momento mostró temor para dar la cara ante Pilatos y solicitarle que le dejara bajar el cuerpo de Jesús de la cruz. De hecho, fue quien logró bajar el cuerpo junto a Nicodemo, para posteriormente envolverlo en una sábana blanca y darle sepultura en una tumba de su propiedad.
Algunas historias surgieron a partir del siglo IV con respecto a su vida, y en uno de los apócrifos del siglo V, se cuenta la historia que narra la forma en la que los judíos rechazaban su comportamiento, razón por la cual decidieron encarcelarlo. Sin embargo, fue liberado de la prisión por Jesús y apareció posteriormente en Arimatea, sin que nadie pudiera explicar lo que había sucedido. Él cuenta luego la forma en la que Jesús se le apareció y lo liberó.
De acuerdo con todo lo que se narra de su vida, se dice que él fue quien recogió la sangre de Cristo, y que lo custodió en lo que se conoce con el nombre del Santo Grial en Gólgota, el lugar en donde Jesús fue crucificado y que tiene una relación estrecha con la copa que utilizó Jesús durante la última cena.
No existen detalles exactos que se refieran a su muerte.
En la Biblia, se hace mención al nombre José de Arimatea en los cuatro evangelios que conforman este libro sagrado, principalmente en el contexto de la pasión y de la muerte de Jesús. La Biblia refiere que este hombre era también un discípulo de Jesús pero que era mantenido oculto para evitar problemas con las autoridades judías. Lucas menciona que José de Arimatea esperaba el Reino de Dios y que además, había estado en desacuerdo ante la condena de Jesús por parte del sanedrín.
Al igual de José, Nicodemo también era parte del sanedrín. Era un rico fariseo que había reconocido finalmente que Jesús era el Mesías y por esta razón se había convertido en su discípulo, incluso defendió a Jesús ante los judíos en muchas ocasiones. Juntos, sepultaron a Jesús, y Nicodemo le ayudó para que pudieran embalsamar el cuerpo con mirra y con aloe.
La esposa de José de Arimatea era conocida con el nombre de Ruth.
No se tiene una fecha que se refiera a la canonización de José de Arimatea.
Todos los 17 de marzo se celebra la festividad para José de Arimatea en el santoral católico.
José de Arimatea es considerado como el santo patrono de todos los sepultureros pues fue gracias a él que el cuerpo de Jesús pudo ser colocado dentro de una fosa de su propiedad.
José de Arimatea fue un hombre de suma importancia en el proceso de la muerte y la resurrección de Jesús pues fue gracias a su influencia con Pilatos, que logró que éste le diera permiso para llevarse el cuerpo de Jesús y así darle sepultura en lugar de que fuera arrojado dentro de una fosa común como era la costumbre del lugar para quienes morían por crucifixión. Fue el hombre que, luego de que Jesús muriera, compró una sábana, bajó a Jesús de la cruz y posteriormente lo envolvió en la manta, depositándolo luego en un sepulcro de su propiedad, sellándolo luego con una roca.
Algunas frases importantes que fueron dichas por José de Arimatea fueron las siguientes:
En la cultura popular, principalmente en la cultura relacionada con la religión católica, José de Arimatea continúa siendo visto como el que logró darle una santa sepultura a Jesús de Nazareth luego de que fuera injustamente crucificado. Se realizan celebraciones en su día y muchas personas también le tiene muchísima fe, por lo que le realizan oraciones para pedir su intercesión ante Dios.
Briceño V., Gabriela. (2020). José de Arimatea. Recuperado el 23 febrero, 2024, de Euston96: https://www.euston96.com/jose-de-arimatea/